¿Para qué?
Los proyectos se realizan para conseguir algo. Muchas veces los proyectos se limitan a establecer meros objetivos de realización que no permiten asegurar que el proyecto aporte valor, proporcionan poca información para tomar decisiones y resultan poco inspiradores. Para ilustrarlo me parece muy útil la parábola de los tres canteros: Un buhonero se cruza con tres canteros y les pregunta qué hacen. El primero le espeta que está dando martillazos a rocas, "¿Es que no se nota?". El segundo le responde que está tratando de fabricar bloques de piedra con las caras planas y los ángulos rectos. El tercero le explica: "Estoy construyendo una catedral". Podríamos seguir indagando sobre para qué se construye la catedral o para qué participa el cantero. Definir bien el propósito es más difícil de lo que parece. Algunas preguntas que pueden ayudar son: ¿para qué inicio este proyecto? ¿qué valor aporta? ¿qué impacto producirá? ¿a quién beneficia o interesa? ¿son estos objetivo...